La retórica (II) - Filosofía


Relación entre retórica y música en el barroco
La música que se consume en la era barroca es fundamentalmente nueva. Como requisito debía convencer y persuadir. Al carecer de juicio histórico los compositores y obras no son objetos irrefutables o genialidades incuestionables, y tampoco se necesitaban músicos olímpicos, virtuosos que estén a la altura de obras maestras.   
  
En el Barroco existen tres tipos de teorización musical:

1. Música theorica o theorética: se ocupa de la música mundana (origen del sonido, armonía de las esferas) y humana (música en la tierra, tal y como la percibe el hombre).
2. Música practica: teorizaciones sobre la ejecución musical
3. Música poetica o ars compositionis: estudio de los elementos técnicos de la composición: modo, tonalidad, contrapunto, consideraciones de calidad y afectos.

Se trata de subrayar la vinculación de retórica y música con los afectos. J.Mattheson afirma que “todo lo que ocurra sin un elogiable afecto puede ser considerado como nada; no hace nada ni significa nada”. C.P.E.Bach va más allá y afirma que “un músico no puede conmover a los demás a menos que él también esté conmovido”. El compositor barroco planeaba el contenido afectivo de cada obra y esperaba un repuesta de su público basada en la misma apreciación racional del significado de su música.


Los espíritus animales (Descartes): son las partes más ligeras de la sangre. Cuando reciben un estímulo se mueven rápidamente en dirección al cerebro, a la glándula pineal, donde reside el alma. La agitación que el alma experimenta por la acción de dichos espíritus es la causante directa de una pasión y, por tanto, cada pasión es originada por un movimiento específico de los espíritus animales. El movimiento de los espíritus animales es determinado por:
-         Objetos que percibimos por medio de nuestros sentidos
-         La imaginación
-         El temperamento personal
-         Las emociones y pensamiento generados por nuestra propia voluntad
 Descartes clasifica los afectos en seis pasiones básicas de las que derivan todas las demás:
-         Admiración: estimación orgullo, veneración, desprecio, humildad y desdén
-         Deseo
-         Binomio amor – odio: por la acción del deseo que las proyecta al futuro se puede crear esperanza, seguridad, valor, audacia, temor, cobardía, miedo, desesperación e irresolución.
-          Binomio alegría y tristeza:
o       proyectadas al presente: remordimiento, seriedad, envidia, burla, y piedad
o       proyectadas al pasado: satisfacción, benevolencia, agradecimiento, gloria, añoranza, arrepentimiento, cólera, indignación, vergüenza o  disgusto.
Spinoza establece tres tipos de afectos primarios:
-         Laetitia: causa agrado o placer. Amor, devoción, inclinación, esperanza, confianza, alegría, atención, sobreestima, envidia, autoestima, orgullo, autoexaltación, gratitud, buena voluntad.
-         Tristitia: causa desagrado o displacer. Odio, aversión, burla, susto, desesperación, decepción, indignación, desprecio, compasión, humildad, desaliento, vergüenza, ira
-         Deseo: crueldad, temor, cortesía, ambición, gula, embriaguez, codicia, lascivia.


D.Hume establece dos tipos de pasiones:
-         Directas: nacen inmediatamente del bien o del mal, del placer o el dolor
Deseo, aversión, alegría, pena, esperanza, miedo, menosprecio, seguridad, piedad, malicia, generosidad.
-         Indirectas: se combinan con otras cualidades
Orgullo, humildad, ambición, vanidad, amor, odio, envidia.
M.Mersenne (tratadista musical): las pasiones se dividen en
-         apetito concupiscible: amor (deseo y alegría), odio (evasión y tristeza)
-         apetito irascible: esperanza (audacia), miedo (desesperación) y cólera

El principio básico en la representación musical de los afectos reside en la imitación. Las figuras retóricas buscan imitar los diferentes movimientos de los espíritus animales.
De este modo, la música colérica deberá tener un ritmo rápido y agitado, precipitado al final de cada frase a manera de alegoría de la precipitación del pulso. Así mismo los registros de elevarán alegorizando un tono de voz colérico. 
Mersenne estable que las pasiones pueden desarrollarse en hasta tres niveles de intensidad.

J.Mattheson establece que la alegría, como expansión de los espíritus animales, requiere de intervalos grandes o expandidos, mientras que la tristeza emplearía intervalos conjuntos o reducidos. En este sentido, el amor es una propagación de los espíritus, la esperanza su elevación, la desesperanza su decaimiento y por tanto los intervalos que los representan deben tener sus misma características.
La soberbia, el orgullo y la arrogancia deben ser expresados con figuras musicales dotadas de movimientos serios y ampulosos, nunca con demasiada rapidez o movimiento descendente, sin humor y sin sensualidad. La obstinación se expresará mediante repeticiones. Interesante son las expresiones musicales de “temor, abatimiento, espanto, horror y desesperación requerirán de expresiones musicales extrañas, con pasajes insólitos, secuencias extravagantes, disonancias y relaciones ásperas entre sonidos”.

J.J.Quantz: para reconocer un afecto es necesario atender a:
-         Los modos: los de tercera mayor expresan alegría, osadía, seriedad o lo sublime. Los de tercera menor lo lisonjero, triste o tierno.
-         Los intervalos: los intervalos cercanos se interpretan lo más ligados posible y expresan lo lisonjero, triste o tierno. Los alejados  se interpretan cortos y expresan la alegría, osadía, seriedad o lo sublime.
-         Disonancias y ornamentos
-         Indicaciones de tempo y carácter

No hay comentarios:

Publicar un comentario